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El año 2016 fue considerado por muchos periodistas y analistas políticos españoles como el año de la posverdad, un término que significa que los hechos objetivos tienen menos influencia en la opinión pública que las emociones y creencias personales. Para influir, es vital crear un discurso que resuene emocionalmente.
L'any 2016 va ser declarat l'any de la postveritat, un terme que designa situacions on els fets objectius són menys determinants que les emocions i creences personals en l'opinió pública. Això implica que per influir en l'audiència, cal elaborar discursos que responguin als seus sentiments més que a la realitat.
El año 2016 fue designado como el año de la posverdad, un término que describe cómo las emociones y creencias personales pueden influir más en la opinión pública que los hechos objetivos. Para influir en la opinión, es clave crear discursos que resuenen con los sentimientos del público.
El fenómeno de la posverdad ha generado una fragilidad en la confianza social y el discurso público, debilitando la credibilidad de los mensajes. En esta nueva era de posveracidad, los oyentes desconfían más y se enfocan en las intenciones del comunicador. Es vital fomentar el pensamiento crítico para enfrentar estos desafíos éticos.
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