El estudio de Jorge Martín Montoya Camacho y José Manuel Giménez Amaya, titulado “Corporalidad, tecnología y deseo de salvación”, aborda la discapacidad desde una perspectiva de antropología filosófica. Utilizando la filosofía aristotélica, vincula las dimensiones corporal y social con los objetivos de la vida humana, enriqueciendo el debate en este campo.
El Debate: Corporalidad, tecnología y deseo de salvación
Vivimos en un mundo cambiante e inaccesible donde la vulnerabilidad humana genera desigualdad y competitividad. Este fenómeno puede llevar al fracaso, pero también ofrece oportunidades para el entendimiento y la conexión entre personas. Aceptar la vulnerabilidad promueve relaciones significativas y fortaleza social, creando un entorno propicio para el crecimiento personal y colectivo.
Reseña: «Corporalidad, tecnología y deseo de salvación. Apuntes para una antropología de la vulnerabilidad» en Razón y fe
La promesa de salvación de Dios plantea una escatología clara, pero requiere abordar las limitaciones de la racionalidad, influenciadas por factores subjetivos y emocionales. La vulnerabilidad es central en la condición humana, y MacIntyre destaca su relevancia en la vida moral, sugiriendo que aceptar esta vulnerabilidad es esencial para comprender plenamente al ser humano.
Corporalidad, tecnología y deseo de salvación: apuntes para una antropología de la vulnerabilidad
Los autores del grupo Ciencia, Razón y Fe (CRYF) de la Universidad de Navarra han trabajado durante casi una década en antropología y ética, basándose en las ideas de Alasdair MacIntyre. Su obra destaca la importancia de la vulnerabilidad humana en el desarrollo de virtudes que conducen a una vida significativa y feliz.
Artículo: «El deseo contemporáneo de una salvación tecnificada»
El artículo explora el concepto de vitalismo metabólico y su relación con los deseos humanos de felicidad y salvación en un contexto antropológico-cultural. Se argumenta que la atención excesiva a la salud física ha oscurecido la comprensión de la caducidad del cuerpo y ha limitado los fines espirituales de la vida, generando aislamiento social.

