La psiquiatría es una rama de la medicina que, en cierto modo, toca lo más humano: lo inmaterial. Incluso lo espiritual, diría yo.
Entrevista en Hápax. Intituto de Ciencias de la Acción al doctor Victor Pereira Sánchez, médico psiquiatra en Nueva York, profesor asistente clínico en New York University (NYU) Grossman School of Medicine e Instructor en NYU College of Arts & Sciences, así como profesor visitante en las School of Medicine and School of Public Health en Amoud University, Borama, Somaliland, además de fundador de la World Network of Psychiatric Trainees y el Global Mental Health Think Tank y antiguo becario de la Fundación Alicia Koplowitz, acerca del sentido antropológico de la enfermedad mental y su influencia y prevención en la vida humana.
Así pues, por una parte, a mí la enfermedad mental me muestra que el ser humano trasciende la materia, que hay algo dentro de él, ese sufrimiento, en el que se muestra que el núcleo íntimo de lo que soy va más allá de los condicionantes de la materia. Y, por otra parte, nos está manifestando aspectos relativos al ejercicio del libre albedrío. Es cierto que la enfermedad mental grave se llegó a calificar como enajenación, como esa pérdida de libertad, por la cual esa persona ya no es sí misma. Estaría fuera de sí, de su razón. Y de hecho, hay casos en que el desorden mental llega a dominar, a hacer que la persona no sea consciente. Pero también vemos que hay muchos casos, con todos los sufrimientos y limitaciones que ello conlleva, en los que la libertad sigue ahí. Y se va a poder constatar que muchas personas, por mucho que estén sufriendo, como si estuvieran en una prisión o campo de concentración -como estuvo el psiquiatra Victor Frankl- siguen pudiendo tomar decisiones, esto es, siguen pudiendo decidir qué hacer y cómo comportarse. Es así como una persona deprimida o aquejada por cualquier clase de enfermedad mental puede llegar a mostrar lo mejor de sí mismo.